¿Como manejamos las rabietas de nuestros niños?
Debemos reconocer lo complicado que resulta para los padres y/o docentes convivir con niños o niñas que se expresan con berrinches o rabietas.
Los berrinches ocurren cuando los niños se sienten abrumados por sus emociones. Poder regular sus emociones es parte de un desarrollo normal. Pero no todos los niños se desarrollan al mismo ritmo.
¿Significa esto que hay que dejar actuar al niño según sus antojos? Por supuesto que no. ¿Es posible respetar su individualidad sin dejar de ejercer la autoridad? Por supuesto que sí.
¿Cómo les gustaría ser tratados a ustedes cuando desean muy intensamente algo de lo cual se tienen que privar? Los niños quieren y necesitan saber porqué no pueden hacer lo que les da la gana. Es necesario razonar con ellos y dejarles muy claro qué es lo que se espera de ellos. Los niños también exigen y merecen respuestas sinceras.
Un niño que se siente respetado, respeta; que se siente engañado, miente. Un niño que se siente escuchado, escucha; sabe que hablar vale la pena. Un niño al que se le dan razones verdaderas y válidas, aprende que nadie, no sólo él, puede hacer todo lo que quiere en cualquier momento.
Nuestra tarea es ayudarle para aprender a controlar sus emociones y comunicar sus sentimientos de una manera más madura. Debemos asegurarnos de que nuestro proceder no alienta a seguir teniendo rabietas a nuestros pequeños.
Para ayudarlo, necesitamos hacer dos cosas: primero, entender de dónde viene esta conducta y qué es lo que la desencadena. Segundo, hay ayudarlo a desarrollar la habilidad que le está faltando, en vez de reforzar su conducta menos madura de hacer berrinches.
Para manejar los berrinches, el primer paso es identificar qué los detona. Después, considerar las maneras en las que el ambiente se puede cambiar para reducir la incidencia de estos estallidos.
“La mayoría de los niños que tiene berrinches frecuentes, los tienen en situaciones fácilmente predecibles: cuando hay que hacer la tarea, a la hora de dormir, cuando es hora de parar de jugar”; el detonante es usualmente, decirles que hagan algo que no tienen ganas de hacer o que paren de hacer algo que están disfrutando”.
El cuento ¡Vaya rabieta! de Mireille d´Allancé, aborda en coloridas imágenes las consecuencias negativas que puede implicar el hacer una rabieta, el enojo y la molestia pueden desencadenar que un pequeño haga cosas cosas de las que luego seguramente se arrepentirá.
En esta liga puedes descargar el cuento y leerlo con tus pequeños ¡Vaya rabieta! será divertido y tendrán la oportunidad de reflexionar sobre la importancia del manejo de las emociones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario